miércoles, 31 de agosto de 2011

2ª ETAPA: Campiello- A Fonsagrada (14-8-2011).

TOTAL KM:                     82,65 km.                 Hora de Comienzo:      8:00:00 h.
TIEMPO CICLADO:        6:55:37 h.                 Tiempo Empleado:      10:00:10 h.
VELOCIDAD MEDIA:     11,93 km/h.               Pulsaciones Media:     131 p.p.m.
VELOCIDAD MÁXIMA:  50,41 km/h.              Pulsaciones Máximas: 179 p.p.m.
                                                                            Calorías Consumidas:  5.995 cal.

Nos despertamos temprano por el ajetreo de los peregrinos que se levantan pronto, nuestras dudas de si coger la ruta de Hospitales, lo teníamos decidido a pesar de lo mal que nos lo había pintado un paisano en Tineo para circular por esas rutas con la bicicleta,  Herminia la dueña del albergue nos animo a que fuéramos por Hospitales que aunque sea mas dura y poco ciclable para bicicletas los paisajes se nos quedaría grabado en nuestras retinas para siempre, por lo que decidimos hacer caso a Herminia y realizarla por esa variante.



Estábamos en la puerta del albergue preparando nuestras alforjas, casi todos los peregrinos que durmieron con nosotros ya se habían marchado, llegaron en ese momento 5 simpáticos Asturianos que habían salido también de Oviedo en bici el día anterior y se pararon a tomarse un café en la maquina del albergue.

Estuvimos charlando un rato, ellos no iban a subir por Hospitales por la dureza del recorrido y por lo mal que pronosticaban la meteorología, ellos bajarían hasta Pola de Allande y subirían el puerto del Palo por la carretera.

Salimos dirección a Borres, el cielo estaba nublado pero por lo menos no había niebla que nos impidiera disfrutar de los paisajes que nos esperaban.



Poco a poco vamos dejando atrás saludando a nuestros amigos del albergue que caminaban a pie, con el mas que conocido " ¡¡¡   Buen Camino ¡¡¡  que tanta gracia le hacia a Carlos al principio.

Salimos de Borres por unas cuestas hasta dar a mano izquierda con un sendero que transita paralelo a un bosque de pinos, donde un mojón nos muestra las dos opciones a seguir, cogiendo la de la derecha sin dudarlo "HOSPITALES" ;  sabíamos que iba a ser duro por las veces que nos lo habían advertido, se asciende desde los 524 m hasta los 1145 m de altitud, pero estábamos mentalizados.

Desvio por hospitales

Mojón del desvio de Hospitales o Pola de Allande.


Seguimos hasta una pista de zahora donde una impresionante cuesta de 1 km aprox. nos hace sudar la gota gorda, pero la panorámica que se divisa mientras subíamos del valle y Borres abajo, recompensa el esfuerzo.

Justos cuando comienza un falso llano nos encontramos con Olga (la profe de Yoga) y su compañera de Logroño (que no recuerdo su nombre), que habían madrugado y eran las únicas que habían optado también por hacer la variante.



Nos abren una portada típica de ganadería para que pasemos y charlamos un rato con ellas y aprovechamos para descansar y coger un poco de aire. Nos dijeron que se acordaron de nosotros cuando momentos atrás subieron la cuesta.

Empezó  en ese momento a "Orbayar", las chicas se planteaban si darse la vuelta o seguir, nosotros nos despedimos de ellas y decidimos seguir ya que apenas hacia falta ponerse el chubasquero, al rato paró el "orbayu", el camino era siempre en ascenso y aunque iba empeorando poco a poco el firme, se podía circular bastante bien.


Íbamos circulando por la cuerda de las montañas, los paisajes parecían como de otro planeta por su esplendor, tanto a nuestra derecha como a la izquierda, de vez en cuando teníamos que hacer alguna paradita para recolocar las alforjas de Carlos y ajustar los pulpos que dicho sea nos venia bien para descansar un poquito y como empezó a llover, aprovechamos para ponernos los chubasqueros y tapas las alforjas.



Llegamos a un punto donde era imposible subir montado en la bicicleta por la impresionante pendiente que había y que el terreno era ya de piedras sueltas y del tamaño de un balón de balonmano, por lo que ni lo intentamos y a duras penas y a base de empujar logramos llegar lo mas alto.

Haciendo "empujin" 


La lluvia nos dio tregua, los caballos salvajes campaban a sus anchas corriendo de un lado para el otro, las vacas pastaban mirándonos con cara de asombro al vernos, que pensaría....



Pasamos junto a los restos del antiguo Hospital de peregrinos, son varias las ruinas de unos cuantos hospitales para peregrinos que usaban a modo de albergue en épocas muy remotas.

Ruinas de antiguo Hospital de Peregrinos


Se consigue mejorar mucho la técnica, tanto en ascenso como en descenso aunque hay que reconocer que a la hora de descender por trialeras las alforjas te dan mas agarre y seguridad con su peso.

Restos de antiguo Hospital.


La niebla nos respeto durante todo el recorrido para gozo de nuestra vista, el camino esta muy bien señalizado, a pesar de no haber sendero hay tramos que cada 15 m. hay una estaca con la flecha amarilla pintada para no perderse.



Al poco rato otro tramo intransitable de 1 km, aprox. nos obliga a hacer otro poco de "Empujin",  tengo los brazos cargados de arrastrar con la bicicleta en tramos tan empinados  con el añadido del peso extra de las alforjas y las calas que resbalan con las piedras.

Señalización en la ruta.


Llegamos tras un falso llano por la cuerda de la montaña al mismo puerto del Palo, 1.145 m. de altitud, reponemos fuerzas, con los plátanos de Herminia y las barritas, el recorrido había sido muy duro habíamos hecho 19 km en 3 horas y media, pero recompensado con lo que disfrutamos.

Puerto del Palo




Estábamos justo en la frontera entre Asturias y Galicia, nos abrigamos y comenzamos el descenso que velozmente nos conduce hasta Montefurado, un pequeño pueblo que parece emerger de la montaña con sus casas en piedra y pizarra.


Vistas de la presa en la bajada a Grandas.


En apenas 4 km mas de descenso llegamos a Lago donde hay un espectacular Tejo junto a la iglesia parroquial, desde aquí, un pequeño ascenso hasta llegar a Berducedo. A la salida del pueblo otro fuerte repecho que tras subirle descendemos hasta llegar al pueblo d la Mesa.

Precioso mirador


Desde la Mesa, otra espectacular bajada de 800 m de desnivel durante algunos km, hasta la misma presa de Grandas de Salime donde la escolta una antigua mina de carbón.
Mirador de la Presa.

Atravesamos la presa, y comenzamos los 6 km de pronunciada y constante subida hasta llegar por una monótona carretera hasta el pueblo de Grandas de Salime.

Presa de grandas de Salime.


Llegamos hasta el centro a su Iglesia Parroquial del Salvador de Grandas de Salime, llegábamos hambrientos, y casualmente eran fiestas y al lado de la iglesia estaba lleno de puestecitos con lo típico de la zona. Los ojos se nos dieron la vuelta al ver el pulpo y no nos pudimos resistir, por los que nos dimos un buen homenaje acompañado por una impresionante palmera de chocolate de otro puestecito que todavía me relamo pensando el ella.

Carlos antes de de comer el Pulpo


Justo cuando íbamos a reanudar la etapa, una lluvia torrencial nos obliga a meternos en los soportales de la Iglesia para resguardarnos, aprovechamos para llenar las botellas, lo mas duro ya lo habíamos pasado a excepción de la última tachuela que era el alto del Acebo.

Rellenando las botellas


Aunque no dejó de llover en cuanto flojeo la lluvia decidimos continuar, llegamos hasta Castro, antiguo asentamiento Celta, pasando junto a la ermita de San Lázaro y desde aquí un tendido ascenso nos conduce hasta el puerto del Acebo.

Alto del Acebo


La mayor parte se hace por carretera, que junto con la lluvia se hace muy monótona, una vez en el alto la lluvia cesa, pero una niebla espesa nos priva del paisaje desde el alto.

Haciendo el ganso en una parada.


Descendemos, Carlos iba a escasos metros delante de mi y casi no le veía, proseguimos por unos pinares paralelos a la carretera, al poco la niebla desaparece, y vuelve la lluvia, atravesamos Cabreiroa, Fonfria y Paradanova y desde aquí subimos el último repecho que no lleva a Fonsagrada donde finalizamos esta etapa.

Llegamos hasta la iglesia parroquial de Santa María y preguntamos a unos lugareños que se resguardaban de la lluvia por el hostal que habíamos reservado ya que el albergue estaba en muy mal estado.

A Fonsagrada


Después de un rato de agradable conversación con los lugareños, fuimos al hostal, donde nos esperaba Manolo, el dueño, que anteriormente nos llamo por teléfono para asegurarse de que íbamos. Dejamos las cosas en la habitación y fuimos a una gasolinera a lavar las bicis ya que del barro que traían no se veía ni las pegatinas y además a Carlos le fallaba el cambio y no le dejaba poner el plato grande, aunque para ser sinceros exceptuando las bajadas yo no use el plato grande en toda la etapa.
Iglesia de A Fonsagrada.

Una vez limpias la bicis comprobamos que una pequeña piedra atascada en el desviador dalantero de la bici de Carlos era el causante de los problemas, por lo que simplemente quitándola solucionamos el problema.

Dejamos las bicis guardadas en el garaje de Manolo, después nos duchamos, creo que estuve una hora debajo del agua caliente, la ropa la teníamos empapada pero no se podía poner a secar porque seguía lloviendo,  a las 8:30 bajamos a cenar, la cena nos supo a gloria y después nos fuimos a la habitación para ver la final de la supercopa Madrid-Barcelona desde la cama.

No habían pasado ni 20 m. desde que comenzó el partido cuando los dos estábamos ya durmiendo hasta el día siguiente.

3 comentarios:

  1. Pedazo de etapa, lo pasamos impresionante. La subida a los Hospitales, Increible, me encanto. Lo pasamos muy, pero que muy bien.

    ResponderEliminar
  2. Se me olvidaba, la crónica de la etapa, como siempre, muy buena.

    ResponderEliminar
  3. Joder y tan buena, ale ale que quiero leer la siguiente etapa. ¿que paisajes mas bonito? Muy buenas las fotos.

    ResponderEliminar